Nos encontramos en el caminar. Las luchas que valen la pena se comparten con ocasion de encuentros no intencionales: Sin proponernos, sin dejar de caminar conocimos a Roberto Resto.
Un heredero de Puerto Rico. De esas personas que llegaron al marxismo entendido como teoria y como practica, despues de varias luchas sociales en su propia patria de origen y en los movimientos de los trabajadores en los Estados Unidos.
Crei que esta filosfia y este pensamiento dinamico, no podria ya animar a personas concretas, salvo los que dedican su vida al estudio de las formaciones teoricas. Pero no era este el caso de Roberto, el encarnaba en formas concretas su vinculacion con la teoria marxista.
Llevaba en su propia memoria los absurdos de la guerra de Vietnam, era veterano de este confilcto inutil sostenido por los Estados Unidos y cada vez que era oportuno Roberto se unia a cualquier marcha de los veteranos.
En Rochester cuando se anunciaba una manifestacion a favor de la paz, o por la dignidad de los trabajadores y ultimamente a favor de los inmigrantes sin documentos, todo mundo sabia que era Roberto quien encabezaba la organizacion y la manifestacion misma.
Habia quienes de entre los hispanos veian con suspicacia su militancia (y su identidad marxista). Pero la gente migrante nunca supo su orientacion ideologica...y Roberto, comprometido en el apoyo al movimiento pro-migrante, pudo sintetizar bastante bien su frente de lucha socio-politica con la sensibilidad fraterna para ofrecer en muchas ocasiones su servicio personal y oportuno a gentes migrantes que necesitaban apoyo....
Despues de los intensos esfuerzos a los que nos sumamos muchas personas en USA para presionar hacia una reforma migratoria, vivimos una experiencia de agotamiento y frustracion:
No tenia caso dedicarse a participar en las manifestaciones, mientras se nos dispersava la energia que necesitavamos para acompanar y sostener a familias y personas de nuestra comunidad migrantes sometidas a situacion de persecucion.
Roberto nos estuvo buscando...nosotros evadiamos las reuniones. Varias ocasiones teniamos ya fecha y hora para reunirnos y ver que hacer juntos...pero nunca se realizaron.
Unos dias antes de su muerte. Roberto y su companero incondicional nos alcanzaron en Marion: El unico espacio para una reunion ahi, en el pequeno templo recien dedicado a Nuestra Senora de Guadalupe, eran las bancas frente al sagrario.
Esa tarde Roberto estuvo conversando sobre la importancia crucial de la poblacion migrante para revertir el sistema dominante y buscar formas mas dignas y justas para quienes se ven forzados a vivir en las sombras...sin tener nada que ver con la criminalidad.
Yo le decia a ambos que no podiamos tener otras agendas que comprometieran nuestro tiempo y nuestro animo para acompanar a las personas de nuestras comunidades.
Roberto insistia que nuestro servicio, aunque fuera inspirado en la experiencia de fe, era una tarea que incidia en la poblacion: "Ustedes estan con las bases..."
Dos dias despues leia en el periodico que Roberto Resto habia muerto en un accidente.
Sin duda un testigo.
