domingo, 28 de enero de 2007

El impacto del amor.

Después del paso por el desierto, los sobrevivientes llevaban en su memoria unanovedad que se cultivo en sus vidas: llegar a ser libres es un proceso lento, que no tiene marcha atrás, donde Dios se revela como amante apasionado. Cuando Oseas ve, muchos años después, como la monarquía comenzó a hacer crisis y desintegraba las comunidades, las familias y la misma experiencia de amor de las parejas. El profeta redescubre la espiritualidad del desierto precisamente cuando vive en carne propia la crisis de su matrimonio, por la infidelidad de su mujer en el ambiente decadente de la monarquía que arrastraba a todo el pueblo judío.

Solo el amor perseverante, fiel y tenaz de Oseas va a recuperar a la esposa con un corazón enamorado. Esta fidelidad transforma el amor en una autentica fuerza renovadora: ¡...es que esa fue la misma actitud fiel de Dios, apasionado por su pueblo!

¿Como vivir el amor de pareja, de familia, en la fidelidad y en el amor?, ¿como creer en el Dios que busca apasionadamente a su pueblo?, ¿como amar la propia identidad y la propia cultura, cuando la fuerza de las situaciones a las que uno vive sometido/a te obligan a asumir todo, incluso lo único que se tiene como ámbito de “pertenencia” como es la familia, la persona amada, la fe recibida y tu propia identidad cultural como cosas sin base firme y transitorias?

Toda la experiencia migrante, es un desierto real (y hablo no en sentido figurado). Hay sufrimiento, hay pérdida de fe, hay infidelidades y familias desgarradas, la proximidad de la muerte es evidente.

Esta experiencia despoja, a quien la vive, casi de todo. Cultiva un talante humano y espiritual de provisionalidad. Prueba los sentimientos y zarandea las raíces mismas de la propia fe. No es que la persona que logra llegar a su destino tenga mas fe. No es que una vez pasado el trago amargo llegues ya purificado/a. Hay un rompimiento que va a desafiar a la persona, ya no podrás seguir siendo como has sido; es que tienes entre manos algo que no encaja en la forma como habías vivido hasta ahora, por eso tienes la tentación de poner parches a tu vida o de colocar en contextos viejos las nuevas posibilidades, viviéndolas de acuerdo a las visiones distorsionadas y errores anteriores. Es entonces que hay terreno oportuno para la experiencia de la fe...se inicia otra etapa, hay una nueva oportunidad, algo puede comenzar. El descubrimiento de un amor fiel (Dios, la familia, la pareja, la comunidad, la herencia cultural) puede darle base consistente a toda la persona, puede surgir de ahí el hombre y la mujer nuevos.

“Te llevare al desierto y te hablare al corazón...te desposare en justicia y derecho, viviremos en amor completo” (Oseas)

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