lunes, 25 de enero de 2010

Un pueblo protagonista de su fe

El camino para llegar a Marion: De huéspedes a familia.


La meta pastoral de cualquier animación eclesial es convocar las personas creyentes para que se construya una comunidad de fe: Donde la fe celebrada públicamente haga eco de las vidas de quienes se reúnen, fortalezca su experiencia de Dios y proyecte sus capacidades de servicio en sus familias y en las personas con quienes entran en contacto. Cuando una comunidad expresa su vida en sus celebraciones de fe, su misma vida crece y refleja una presencia bendita que es la misma presencia del Dios vivo.
Así la fe y la vida caminan juntas, la fe alimenta la vida y la vida se transforma en una experiencia gozosa de dignidad y de fraternidad.
Durante más de una década la población hispana/latina de tradición católica que fue llegando al área del Condado de Wayne , se comenzó a reunir para reconectar con su experiencia de fe, la que un día acogieron en sus pueblos de origen.
Hombres, mujeres, niños y niñas, familias enteras provenientes de diferentes partes de America Latina. Una mayoría de México y una variedad de hermanos y hermanas de Centroamerica.
Una década de camino ha dado rostro a esta población de hombres y mujeres trabajadores. Una experiencia humana y pastoral valiosa, dentro de las difíciles situaciones de la vida de la población migrante.
Como población que llega de fuera, nuestra comunidad se estuvo reuniendo en un templo y un salón parroquial propio de la comunidad católica de habla inglesa. Es interesante recordar que la población de la Iglesia de la Epifania, son a su vez descendientes de inmigrantes llegados de Europa el siglo pasado. Pues esta comunidad local y ex- migrante compartía su espacio religioso con esta nueva población recién llegada.
P. Robert Kreckel inicio un camino, pionero en el área. El comenzo a invitar a personas mexicanas para tener ocasionalmente la misa en el pueblo de Sodus, en la Iglesia de la Epifania. Con el paso de los anos el grupo fue creciendo. El ano 1998 Hermana Luci y P Jesús Flores se unen al caminar.
Esta iniciativa de P. Bob y la respuesta de las personas ha sido una experiencia muy rica. Pero nos sentíamos en diferentes formas una comunidad marginal, sin el pleno derecho del pueblo de Dios a celebrar su fe y su vida con su propia herencia religioso-cultural.

Nunca será lo mismo formar comunidad en un espacio donde las personas saben que el lugar es su propio hogar. La experiencia de saber que la persona es recibida como “invitada” limita el desarrollo de todas las potencialidades.

En Septiembre del 2009, la población hispano/latina inicia una etapa nueva. Se hace un acuerdo con la Parroquia de Santa Ana de Palmyra para utilizar el templo y el edificio localizado en el pueblo de Marion, que había sido cerrado de acuerdo a su plan estratégico. Después de valorar la conveniencia y las posibilidades, tanto para las comunidades de la nueva conformación de Santa Ana y San Patricio como para la comunidad Latina, se llego a la decisión de trasladar la comunidad Latina al templo de San Gregorio.
Desde el primer día, en la eucaristía presidida por Monseñor Matthew Clark, todo mundo percibimos que la comunidad Latina experimenta un fuerte sentido de pertenecía. Ya no solo como invitados, ajenos al lugar, sino que sienten ya que este templo y sus edificios acogen a sus familias, para crecer como comunidad y desarrollar todas las potencialidades de una comunidad que lleva sembrada en su vida los valores del evangelio de Jesús.



Puedes ver una galeria de fotos del evento en el siguiente enlace.

http://picasaweb.google.com/home?tab=mq

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